Sabías que los continentes es el conjunto de tierras emergidas
Las tierras emergidas, que ocupan menos de la tercera parte (29 %) de la superficie del globo, son divididas por los geógrafos en seis continentes.
Este globo terrestre es el más antiguo que se conserva; data del mismo año en que Colón partió hacia las Américas: 1492.
Europa, Asia, África, América, Oceanía y la Antártida. Esta clasificación tiene la ventaja de ser muy sencilla, pero puede parecer arbitraria. Para algunos, por ejemplo, Europa y Asia, cuyas fronteras son difíciles de precisar, formarían un solo continente, Eurasia; en cambio, América, puede ser separada en dos partes distintas, ya que la soldadura actual sólo se remonta a la era terciaria.
Los continentes están repartidos de un modo muy desigual. Las tierras emergidas son mucho más numerosas en el hemisferio norte que en el hemisferio sur. Además, Europa, Asia y África forman un conjunto compacto que se opone a América, muy aislada, que sólo se acerca a Asia por su extremidad septentrional, por el estrecho de Bering.
Esta distribución no ha sido siempre la misma, sino que la forma y la situación de los continentes se han ido modificando poco a poco a través de los períodos geológicos.
Algunas de estas modificaciones se manifiestan de modo espectacular. Así, en el golfo de Nápoles, un templo griego emplazado junto a la orilla en su tiempo, descendió más de seis metros desde su construcción hasta desaparecer por debajo del nivel del mar, para elevarse seguidamente varios metros: sigue los movimientos basculantes que afectan la forma de esta región, que es volcánica y, por tanto, inestable.
La formación de los continentes: a finales de la era primaria, los mares que cubrían la Tierra se retiraron parcialmente, y apareció un conjunto de tierras. Más tarde, este conjunto se fragmentó y se formaron los continentes.
La deriva de los continentes.
Al considerar tales fenómenos y observar los contornos de las tierras emergidas (América del Sur parece «encajar» en el golfo de Guinea, en África), el alemán Alfred Wegener dedujo, en 1915, que poco a poco los continentes habían derivado desde sus posiciones iniciales: las masas continentales, formadas por materiales relativamente ligeros (sial), flotarían sobre el subsuelo oceánico, más pesado (sima). Según esta teoría, un continente único, Gondwana, agrupaba antaño a América del Sur, África, Madagascar, la India, Australia y la Antártida. Este continente de Gondwana se dividió en varios fragmentos que fueron derivando muy lentamente hasta su posición actual.
Uno de los aspectos del globo terrestre: el continente africano. Europa es una parte de Asia.
Evidentemente, Wegener contaba con otros argumentos, además del de la forma de los continentes, para defender esta hipótesis. Se apoyaba muy en especial en los vestigios de ciertas especies animales y vegetales que, hace más de 200 millones de años, vivían a la vez en América, África, la India, etc. Como ninguna de estas especies hubiera podido atravesar un océano, cabe deducir de ello que sus hábitats estaban unidos. Del mismo modo, existen en América del Sur y en África, en la India y en Madagascar, rocas idénticas que parecen tener orígenes comunes.
Los cinco continentes (más la Antártida) en un mapa.
El desplazamiento de los fondos oceánicos.
En principio, la teoría de Wegener provocó controversias tan numerosas como apasionadas; después, durante algunos años, quedó un tanto olvidada.
Pero las investigaciones efectuadas recientemente por los geólogos llegan a conclusiones muy próximas a ella: la deriva de los continentes sería el resultado de un fenómeno menos visible, el desplazamiento de los fondos oceánicos. En efecto: desde que es posible explorar esos fondos se ha observado que están surcados por verdaderas cadenas montañosas (como la dorsal medio-atlántica), constituidas por rocas volcánicas cuya inestabilidad provoca la separación y el desplazamiento de los zócalos vecinos y, sobre todo, de los continentes. Así por ejemplo, Europa y América se alejan una de otra algunos centímetros cada año.